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PARA QUE LEER

Es importante motivarnos a leer, incluso desde niños.

Leer es delicioso...  

"Los libros son las alas que anhela toda persona"  
Monique

LA LECTURA EN EL AULA

"El entusiasmo por la lectura no se enseña, se contagia" 
Monique

Partiendo de ese pensamiento encontramos el siguiente aporte para desarrollar el hábito lector en el aula o salón de clases. 

En el aula debe reinar un clima lector, de modo que se procuren los espacios, tiempos y ambientes adecuados: Leerles todos los días, hablarles de lecturas, preguntarles por lo que leen, programar una sesión semanal de lectura, acompañarles a la biblioteca,etc todo esto contribuye al desarrollo del hábito lector.

La animación a la lectura en el aula exige la elaboración de un plan de lectura que se adapte a los gustos y al nivel de competencia lectora de cada educando. Una buena oferta de textos y la implicación de los estudiantes en la selección de libros constituyen estrategias adecuadas. El fomento del gusto por la lectura debe contemplar el asesoramiento individual; es decir, es fundamental que exista un plan personalizado de lectura para cada estudiante.



Son muchas las actividades que se pueden realizar en las aulas de Educación Infantil y Primaria para animar hacia la lectura:
  1. Rincón de lectura.
  2. Lectura diaria de noticias, poemas…
  3. Lectura de diarios o de publicaciones periódicas.
  4. Lectura por parte del docente de fragmentos divertidos o curiosos de los libros.
  5. Presentar a los estudiantes una amplia lista de libros de temáticas diferentes y de distintos niveles de dificultad.
  6. Comentar referencias aparecidas en la prensa sobre los libros: como libros más leídos, etc.
  7. Permitir a los estudiantes la elección de obras y autores.
  8. Exposiciones orales de las lecturas realizadas por los estudiantes y por el docente.
  9. Lectura de un libro entre todos finalizando con alguna actividad: cada uno lee un capítulo y lo cuenta o realiza un dibujo…
  10. Cumpleaños: cada alumno escribe una poesía o cuento como regalo y se construye un libro viajero con todas las poesías o cuentos.
  11. Debate sobre las lecturas realizadas.
  12. Dibujar los personajes, el escenario, realizar murales, dramatizaciones.
  13. Votación para elegir los mejores libros y/o autores.
  14. Dar a conocer los escritos y producciones de los educandos en la revista del colegio, en la web…
  15. Realizar un libro viajero que contenga producciones de los estudiantes sobre un tema determinado.
  16. Ver una película sobre el libro.

En definitiva, el papel del docente consiste en hacer de la lectura una práctica cotidiana.

De: Anna Sordé en blog.ididatic.com

EXPERIENCIAS PRE-LECTORAS

La motivación es un aspecto muy importante a la hora de fomentar la lectura.
"El entusiasmo por la lectura no se enseña, se contagia" Monique


Los lectores surgen de ambientes familiarizados con la lectura. 
Los padres que leen, los maestros que leen, impulsan a leer; el modelado es la mejor técnica educativa, sobretodo con los más pequeños...

TRADICIONES LOCALES


Es admirable ver como una tradición local tiene tanta resonancia...
¿Quieres saber el secreto?
El primer paso es compartir su significado, 
luego celebrarla con respeto 
y lo más importante enseñarla a los niños, ellos son el futuro.
¡#Mexico lo sabe bien!
#DíadelosMuertos

TRADICIONES

Entre mayúsculas descubre el país que valora sus raíces, pues como dicen por ahí con gran acierto: "No está muerto aquello que se recuerda"
Memorias
    EXquisitas e
         Imborrables
          COntinúan en nosotros gracias al #DíadelosMuertos #México

SI NO LEEMOS, NO SABEMOS ESCRIBIR, Y SI NO SABEMOS ESCRIBIR, NO SABEMOS PENSAR

Es así de contundente. Si no leemos, es difícil que podamos pensar bien.

Hoy todos escriben, todos quieren expresar sus sentimientos y opiniones, pero, ¿quién lee? En cierta forma la lectura es una actividad superior a la escritura; sólo podemos escribir con el lenguaje que hemos adquirido leyendo. La lectura es la materia prima de la escritura y la posibilidad de crear una obra que tenga belleza y profundidad o simplemente claridad, se basa en las lecturas que hemos hecho y lo que hemos aprendido de otros autores (sus palabras se vuelven las nuestras, se mezclan con nuestros pensamientos y experiencias). Así se destila la escritura, como una refinación del pensamiento no sólo personal, sino del tiempo mismo.
Para muchas personas es más atractivo escribir, tiene más glamour –algo que quizás se deba a la inmadurez y al egoísmo–, pero grandes escritores nos dicen que la felicidad en realidad está en la lectura. Borges es especialmente fértil en este sentido: "la felicidad, cuando eres lector, es frecuente". Y la célebre: "Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído".
Hay una frase contundente, que si no mal recuerdo es de Juan José Arreola, "Si no lees, no sabes escribir. Si no sabes escribir no sabes pensar". Una sencillez aforística que debe ser el fruto de la labor intelectual de un buen lector.
Edmund Husserl escribe en su Lógica formal y Lógica trascendental: "El pensamiento siempre se hace en el lenguaje y está totalmente ligado a la palabra. Pensar, de forma distinta a otras modalidades de la conciencia, es siempre lingüístico, siempre un uso del lenguaje". Así que si no tenemos palabras, si no tenemos lecturas en nuestra memoria que enriquezcan nuestro lenguaje, nuestro pensamiento será muy pobre. Las personas toleran no ser buenos lectores, pero si se les dice que no saben pensar, esto lastima su orgullo y, sin embargo, una condiciona a la otra. Así, la lectura es una herramienta de desarrollo fundamental. Y donde mejor se desenvuelve esta herramienta es en los libros, no en los pequeños artículos que dominan la circulación de la Web; el encuentro con el lenguaje merece un espacio de concentración –el medio es también el mensaje–, un encuentro a fondo con la mente de un autor que puede haber muerto hace cientos de años pero que vive, al menos meméticamente, en el texto que se trasvasa a nuestra mente.


En suma, el mundo se crea con la palabra y esto es así no sólo en una visión esotérica o religiosa de la realidad, lo es en nuestra vida cotidiana: sólo alcanzamos a distinguir las formas una vez que tenemos los nombres.
De cualquier manera queda claro que la lectura como surtidor de las palabras que animan nuestra conciencia es un aspecto esencial de lo que es un ser humano que piensa el mundo. Podemos existir sin pensar, y a veces el pensamiento se convierte en un ruido que enferma la mente, pero en el pensamiento, con el poder de la palabra, tenemos una potencia divina. 
Por Alejandro Mar G