CONSEJOS PARA UN CLUB DE LECTURA EN EL SIGLO XXI
Los clubes de lectura son una de las mejores maneras para compartir la afición por la literatura y son, desde hace décadas, una actividad básica en bibliotecas y centros culturales.
En la época de Internet y la experiencia multimedia, los clubs de lectura se resisten a desaparecer y son puntos de reunión para encontrar nuevos puntos de vista y gente interesante; un reducto analógico que, sin embargo, puede enriquecerse un poco gracias a las nuevas tecnologías.
Hasta hace pocos años, la comunicación en grupo se limitaba a la presencial. Sin embargo, hoy en día se puede montar un club de lectura cuyos miembros ni siquiera estén en el mismo continente. El uso de Skype o los Hangouts de Google permite que la actividad sea online o incluso mixta, si un miembro del club no puede asistir en persona.
Después de todo lo que importa es la lectura y nuestra visión del libro. De hecho, en numerosos foros existen clubs de lectura que llevan años funcionando y en nada tienen que envidiar a los presenciales.
Después de todo lo que importa es la lectura y nuestra visión del libro. De hecho, en numerosos foros existen clubs de lectura que llevan años funcionando y en nada tienen que envidiar a los presenciales.
Las redes sociales también sirven para encontrar nuevos miembros. Si bien en los clubs de lectura más genéricos no hace mucha falta, es cierto que para aquellos que buscan lecturas concretas, de ciencia ficción dura, novelas románticas del XIX inglés, policiaco italiano, etc., anunciarse en foros de lectura y redes sociales es una gran solución.
Sin embargo, no podemos dejar de lado el aspecto social de un club de lectura. La interacción con otros lectores se agradece, porque no se limita a opinar.
Se pueden montar actividades como maratones de películas relacionadas con los libros del mes, fiestas temáticas, ir a presentaciones… cuanta mejor sea la base de clubs de lectura, mejor para la cultura de la zona.
Se pueden montar actividades como maratones de películas relacionadas con los libros del mes, fiestas temáticas, ir a presentaciones… cuanta mejor sea la base de clubs de lectura, mejor para la cultura de la zona.
Otro aspecto tecnológico a explorar es la posibilidad de compartir las notas de los libros electrónicos que tomamos con otros miembros del club. La verdad es que es una manera muy interesante de preparar la posterior puesta en común de ideas y puede derivar incluso en un chat en directo mientras se lee el mismo libro.
En todo caso, los libros en papel son un refugio del mundo conectado, dependiente de la inmediatez y el hipervínculo, donde es difícil mantenerse al margen más de diez minutos sin recibir algún estímulo externo. Así que, si bien la tecnología puede ampliar el alcance y capacidad de un club de lectura, tampoco hay que volverse dependiente de esta. Lo mejor, como siempre, es leer y compartir.
Fuente: lecturalia.com